En entornos de trabajo donde hay grandes cantidades de polvo en el aire, independientemente del tipo de polvo, la solución óptima para la prefiltración es el decantador ciclónico.

Los filtros pueden tener extracción de cartuchos superior o lateral: en el primer caso se accede al grupo de filtros a través de las tapas transitables, que permiten realizar el mantenimiento y sustitución de los cartuchos de la forma más sencilla; en cambio, en la versión lateral, se accede a la unidad de filtración a través de una puerta abatible y sellada, y luego se realiza el mantenimiento y extracción de los cartuchos.

Los filtros están fabricados con diferentes tipos de chapas, pintadas en su totalidad o sólo exteriormente, y bajo pedido con tratamiento anticorrosión.

Las ventajas del ciclón son:

– alta eficiencia en polvos gruesos

– mantenimiento reducido y simplificado, incluso en la recuperación de polvo

– pequeña huella de pie

– bajo costo de uso

– trabaja a cualquier temperatura, incluso con humos húmedos.

Los ciclones, que no utilizan partes móviles, permiten la separación óptima de partículas contaminantes.

En detalle, los gases y polvos pasan a dos cilindros, y los gases salen del cilindro interno, mientras que los polvos golpean el cilindro externo y caen al fondo de la planta, donde una tolva recupera los polvos útiles para una fase posterior.

Por tanto el ciclón es una estructura cilíndrica con una boca para la entrada de los gases y otra para la salida, pudiendo tratar polvos más o menos gruesos según su diámetro.